sábado, 23 de enero de 2010

Nuestra región ya se vislumbra en el Parlamento andaluz.

Siguiendo el hilo de la entrada anterior, vamos a estudiar los resultados de las últimas elecciones autonómicas en Andalucía, celebradas en Marzo de 2008.

En esta consulta electoral se produjeron dos hechos significativos: por un lado la desaparición del Partido Andalucista de la cámara legislativa y por otro la pérdida de la hegemonía del Partido Socialista Obrero Español en el territorio regional.

Teniendo en cuenta que las fuerzas andalucistas se presentaban en coalición bajo las siglas de Coalición Andalucista, la debacle del nacionalismo andaluz fue muy patente, suponiendo un hecho histórico en las tres décadas de autonomía.

En cuanto a la pérdida de hegemonía del PSOE en todo el territorio andaluz, hay que recordar que ya hubo un amago en las elecciones del año 2000, recuperándola en las del 2004.

Porcentaje de votos y diputados por provincia de los dos partidos mayoritarios PSOE / PP:

Almería - 38,23% > 5 / 50,05% > 7

Cádiz - 47,73% > 8 / 38,36% > 6

Córdoba - 46,44% > 6 / 38,07% > 5

Granada - 45,59% > 6 / 42,42% > 6

Huelva - 51,98% > 6 / 35,29% > 4

Jaén - 53,21% > 7 / 36,72% > 5

Málaga - 42,90% > 7 / 43,84% > 8

Sevilla - 54,33% > 11 / 31,72% > 6

Dejándonos el siguiente mapa electoral en el Parlamento:

Hace pocos días ha sido noticia los resultados del Barómetro de Opinión Pública de Andalucía 2009 realizado por el Instituto de Estudios Sociales Avanzados (IESA). Entre diversas opiniones, se ha sondeado la intención de voto de los andaluces, dando lugar a un fuego cruzado entre las principales formaciones políticas al vaticinar, por primera vez en la historia de la autonomía, la victoria del PP en la región. Precisamente esa victoria sería posible gracias a las provincias de nuestra región, donde la diferencia en intención de voto con el PSOE ronda los 10 puntos, consolidando el cambio producido en las elecciones del 2008.

La actual Andalucía.

Como habéis podido ver en la entrada anterior, hasta 1833 en que se instauró la división provincial que hoy aún pervive, Andalucía y Granada eran dos entidades bien diferenciadas, como Castilla la Vieja y León.
La organización del territorio español en provincias por Javier de Burgos acabó con las regiones históricas surgidas tras la reconquista, aunque las provincias se agruparon en regiones sin carácter administrativo alguno, fue entonces cuando surgió la Andalucía actual aunque no sin algún que otro obstáculo hasta que en 1981 se proclamó como Comunidad Autónoma.
En 1873, el proyecto de Constitución Federal hablaba de dos estados: Andalucía Alta y Andalucía Baja, cada una con 4 provincias, la misma división actual en Andalucía Oriental y Occidental que existe en diversos organismos: Málaga, Granada, Almería y Jaén por un lado y por otro Huelva, Cádiz , Sevilla y Córdoba.
En los años de la II República (1931-1936) el movimiento autonomista andaluz cobra fuerza pero no sin detractores, las diputaciones de Huelva, Granada, Jaén y Almería se mostraban disconformes con la Andalucía de 8, quedando todo ello recogido en la Asamblea de Córdoba de 1933.
Ya en la transición surge de nuevo el andalucismo que llevó a la actual autonomía, aunque hubo un amago de crear dos comunidades diferentes (Andalucía Oriental y Andalucía Occidental) promovido por la UCD.
Hoy en día el nacionalismo andaluz tiene escasa repercusión, habiendo perdido la representación parlamentaria en las Cortes regionales que ha ostentado desde las primeras elecciones autonómicas.

Precedentes históricos de nuestra región.

Como dice el refrán: una imagen vale más que mil palabras.

1625

1638

1684

1705

1757

1810

sábado, 2 de enero de 2010

La Toma de Granada.

La Toma de Granada el 2 de enero de 1492 supone el fin de la Reconquista cristiana de la península por parte de los Reyes Católicos Isabel y Fernando, proceso histórico de larga duración que había comenzado en el siglo VIII.

La noticia de la Toma de Granada fue celebrada con festejos en toda Europa: en Roma se celebró una procesión de acción de gracias del colegio cardenalicio; en Nápoles se representaron dramas alegóricos de Jacopo Sannazaro, en los que Mahoma huía del león castellano; en la Catedral de San Pablo de Londres, Enrique VIII hizo leer una elogiosa proclama:

Este hecho acaba de ser consumado gracias a la valentía y a la devoción de Fernando e Isabel, soberanos de España que, para su eterna honra, han recuperado el grande y rico reino de Granada y tomado a los infieles la poderosa capital mora, de la cual los musulmanes eran dueños desde hacía siglos.

La Guerra de Granada es el nombre con el que suele conocerse el conjunto de campañas militares que tuvieron lugar entre 1482 y 1492, durante el reinado de los Reyes Católicos, en el interior del reino nazarí de Granada (territorio que comprendía básicamente las actuales provincias de Málaga, Granada y Almería). Culminaron con la rendición negociada mediante capitulaciones del rey Boabdil, que a lo largo de la guerra había oscilado entre la alianza, el doble juego, la contemporización y el enfrentamiento abierto con ambos bandos.

El enfrentamiento entre Cristianismo e Islam dotaba al conflicto de un rasgo inequívocamente religioso, que la implicación vigorosa del clero se encargó de remarcar, incluyendo la concesión por el papado de la Bula de Cruzada. Cuando, terminada la guerra, el propio papa sea el valenciano Alejandro VI, de la familia Borgia, Isabel y Fernando recibirán el título de Católicos (1496), en un reconocimiento del ascenso de España como potencia europea homologable.

También puede decirse que como proceso histórico, el avance territorial no se detuvo con la toma de Granada y continuó de hecho durante el siglo siguiente, al continuar existiendo las fuerzas sociales que alimentaban esa necesidad expansiva. Esa expansión pudo verse en el exterior que, junto a los azares dinásticos que reunieron diversos territorios europeos, formó lo que se terminará conociendo como Imperio español: la simultánea conquista de las Islas Canarias, y la posterior Conquista de América (descubierta el 12 de octubre de 1492, en la expedición prevista en las Capitulaciones de Santa Fe firmadas por Colón y los Reyes frente a la Granada asediada); de la toma puntual de plazas del norte de África; además de la conquista del Reino Cristiano de Navarra en 1512.

La protocolaria entrega de las llaves de la ciudad y la fortaleza-palacio de la Alhambra se sigue conmemorando todos los años en esa fecha con varios actos finalizando con la tremolación del pendón de la ciudad desde el Ayuntamiento, siendo festivo de ámbito local y considerándose como el día de la ciudad.

Bienvenidos.

Ante todo, dadas las fechas, cabe comenzar felicitando el año nuevo, así que les deseo un próspero año 2010, que espero lo sea para este pequeño rincón que nace hoy, día de la reconquista de la ciudad de Granada.
Qué mejor fecha para iniciar esta andadura que llevaba sopesando bastante tiempo tras reflexionar sobre los movimientos que están surgiendo en la parte oriental de la comunidad autónoma de Andalucía.
Cada vez son más las voces que se alzan cuestionando la existencia y/o utilidad de esta vasta comunidad autónoma sin base histórica alguna. La transición a la democracia a finales de los años setenta del pasado siglo hizo de España un estado de autonomías surgiendo 17 comunidades autónomas, unas basadas en las nacionalidades históricas, otras en las regiones surgidas desde la edad moderna y otras sin base histórica alguna entre las que se encuentra Andalucía.
Esta enorme autonomía nace de la unión de dos regiones históricas (Andalucía y Granada) al igual que la castellano-leonesa, la diferencia estriba en que mientras la región de León mantuvo su identidad en la nueva autonomía, la región de Granada fue completamente aniquilada y desposeída de su identidad. Los símbolos andaluces en nada identifican esta histórica región que afortunadamente quedó plasmada en el escudo de la nación española.
Esto no tendría la menor importancia si la nueva autonomía se hubiese estructurado correctamente pero tras tres décadas de centralismo exacerbado desde la Junta de Andalucía en Sevilla y de imposiciones culturales globalizadoras es irremediable que surjan movimientos con la intención de acabar con esta situación.
La Plataforma por Andalucía Oriental o la Asociación Rayya nacen de ese sentimiento de agravio pero ninguna de ellas basa su lucha en lo que humildemente yo considero sería lo correcto. En los territorios del histórico reino de León llevan años reivindicando su identidad con representación en las cortes de Castilla y León, pero allí son respetuosos con su pasado e integran el movimiento las provincias de León, Zamora y Salamanca, sin embargo en el caso que nos atañe surgen diferencias que en nada ayudan a la consecución de los fines que nos ocupan.
Desde la P.A.O. se lucha por la constitución de una nueva autonomía compuesta por las provincias de Almería, Granada y Jaén; y desde Rayya sólo se lucha por la provincia de Málaga. ¿Dónde queda por tanto el pasado histórico del Reino de Granada?. Precisamente, dentro de unos años, en 2013, se pretende celebrar el milenio del nacimiento de ese territorio histórico que pervivió hasta bien entrado el siglo XIX.
Ya en ese siglo la provincia de Jaén (la división provincial actual nace en 1833) pasó a formar parte de la llamada Alta Andalucía, hoy Andalucía Oriental, conformada por los territorios del antiguo reino de Granada (provincias de Almería, Granada y Málaga) y el reino de Jaén que a lo largo de la Edad Moderna formaba parte de la Andalucía conformada por los reinos de Sevilla (provincias de Huelva, Sevilla y Cádiz) y Córdoba. Por tanto, la actual provincia de Jaén, nunca fue parte del reino de Granada, sí ciertos municipios como otros tantos cordobeses, gaditanos e incluso sevillanos, hay que tener en cuenta que la división provincial de Javier de Burgos no respeta exactamente los límites territoriales históricos.
Por ello desde este humilde rincón quiero reivindicar la recuperación de esa región histórica: Granada, conformada por las actuales provincias de Almería, Granada y Málaga, aunque tampoco me resultase extraño una autonomía de Andalucía Oriental incluyendo también la provincia de Jaén.
Sin más, invitar a participar a todo aquel que quiera opinar al respecto siempre desde el respeto a las ideas de unos y otros.
Bienvenidos.