miércoles, 22 de diciembre de 2010

OP: Hundimiento socialista.

El socialismo andaluz se desmorona. Cada nueva encuesta tiene, en las entrañas del partido, el efecto de un explosivo barrenado. Como sucede con la voladura de cualquier macroestructura, los primeros impactos son poco visibles pero las grietas van resquebrajando la médula hasta un punto de no retorno hacia el hundimiento. Esa es ya la realidad que refleja el último dato demoledor del centro andaluz de investigaciones sociológicas: el PP toma ventaja de casi diez puntos. No se entendería que se derrumbara así un partido con treinta años en el poder -desde la mayoría absoluta a la minoría absoluta cayendo veinte puntos en media legislatura- pero de hecho ese desenlace llevaba tiempo larvándose de forma silenciosa. Las estructuras pesadas tardan en resquebrajarse, pero son irrecuperables desde que falla su equilibrio. Y la catástrofe para el socialismo andaluz estaba ahí cuando Ferraz ordenó salir a Chaves. Cada lista del paro hasta superar la cota del millón, cada informe PISA retratando el fracaso decepcionante de un modelo, cada ranking en el furgón de cola, ha sido un golpe más a la estabilidad; y ahora ya ni siquiera queda el poder de la marca PSOE. El branding, según Tom Peters, el gurú de Stanford, necesita 'valor, credibilidad y singularidad'; y los tres son esenciales para la identidad. Ahí está el tumor.

Las encuestas para las municipales delatan ese plus de penalización por la marca. Y al PSOE ya sólo le queda aferrase a sus mejores liderazgos. Pero en Andalucía hay un vacío. Griñán, que se empeña en ir de Pepe como si eso le conectara con el pueblo andaluz, parece autista mientras a su alrededor hay un colapso. Desde su discurso regeneracionista de investidura, nunca ha transmitido un nuevo liderazgo, y ni siquiera el viejo liderazgo. Está casi desaparecido, o al menos invisible. ¿Cómo es posible que el presidente carezca de algo tan elemental como una agenda política potente de alta visibilidad? Sólo hay una respuesta: la mediocridad de sus asesores desde el adiós del Rasputín de Jaén, cuando arrumbaron su maquinaria temible de propaganda como un trasto herrumbroso. Entretanto, Arenas pasa el fin de semana de localidad en localidad; y presume del record de kilómetros recorridos. Puede parecer estúpido, pero es una unidad de medida real. En cambio, el presidente está kaputt y ni siquiera utiliza la agenda institucional para darse pisto, o se limita a discursos cómodos como el ecofeminismo. Su rival ha mimetizado el modelo Bono, con los fines de semana en autobús de pueblo en pueblo, y en cambio es fácil imaginarse a Griñán encerrado oyendo una ópera mientras el poder se está desmoronando a su alrededor como Pompeya en los grabados de Piranesi.

Opinión de Teodoro León Gross para Sur.

1 comentario:

  1. ya era hora de que el poder socialista se desmoronara en Granada y en Andalucía. Por salud, por higiene democrática, 30 años...son muchos

    ResponderEliminar